viernes, 27 de agosto de 2010

EL PROCESO DE ESCRITURA ACADÉMICA: CUATRO DIFICULTADES DE LA ENSEÑANZA UNIVERSITARIA

La limitación en la visión frontal de los ciervos causa que se involucre el movimiento de su cabeza en su recorrido. La presión del medio predice qué tan rápido van, y su actividad depende de cómo se organicen los rebaños de sus ejemplares. Así como los ciervos baten su cornamenta para superar un obstáculo por necesidad y comodidad, los seres humanos cuando se enfrentan a un tema en un escrito, deben considerar qué tanto influye el entorno en su práctica; adoptar estrategias y modelos objetivos en su proceso, y equilibrar el desarrollo cognitivo individual con la acogida de habilidades que nacen de la enseñanza. Esta es la proposición que desarrolla Paula Carlino en su texto sobre el proceso de la escritura académica y las dificultades de la enseñanza universitaria; cuatro problemas relacionados por la mirada lineal de los escritos y la carencia de forma, metodología y técnica para resolverlos.

La autora plantea 4 tendencias de los universitarios sobre la composición de sus escritos:

  1. La dificultad para escribir teniendo en cuenta la perspectiva del lector.
  2. El desaprovechamiento del potencial epistémico de la escritura.
  3. La propensión de revisar los textos sólo en forma lineal y centrándose en aspectos locales y poco sustantivos.
  4. La dilación o postergación del momento de empezar a escribir

Comparto la premisa sobre la cual la persuasión de un escrito depende intrínsecamente de cómo se relacione la mirada de quien escribe con las formas de pensar de quien recibe el mensaje. La anticipación, búsqueda y contextualización de la audiencia, permite la consecución de un propósito, ofrece la confianza y entrega el bagaje intelectual que se requiere para situar las palabras; constituye un principio que logra cautivar la atención de los lectores.

Es posible que la potencialidad del ser de un escrito radique en la transformación del conocimiento porque posibilita la interacción entre lo que presenta el tema y la forma de exteriorizarlo. Sin embargo, pienso que esta situación no se presenta con todos los universitarios. Existen ramas directamente afines con estas afirmaciones en las que el concepto se aplica de forma cualitativa; pero también se hallan vertientes del conocimiento cuantitativo como en ingeniería, en la que la innovación y moldeamiento de las nociones a las perspectivas del lector, resulta más difícil. Los estudiantes que participan de las ciencias exactas conciben ideas formales y apegadas a lo que se encuentra en los recursos bibliográficos. Si bien la adopción del saber y su transmisión pueden ser originales, la mayoría de los datos obligan a la imparcialidad del escritor.

Debo decir que acompaño el diagnóstico sobre la poca autocrítica y carente autoevaluación de parte de los estudiantes con sus escritos. Unas veces lo hacen porque no les interesa el tema y en otras porque el tiempo les apremia. La revisión de mi texto o del tuyo no sólo se hace por el éxito en la calificación, sino por la estructura que identifica el poder del conocimiento. La importancia también debe radicar en el reto que significa dar a entenderte con tus escritos; no sólo con los apartes que nacen de él, sino con el sentido global que éste expresa.

Hemos enrrutado el camino del saber escribir desde la perspectiva de la generación de ideas, de los modelos y representaciones que colaboran con el desarrollo del “proceso”. Las dificultades que experimentan los estudiantes en su “punto de partida” se justifican por el encierro de su percepción respecto del fondo y la forma de un texto, por la incapacidad de escoger herramientas objetivas como las que plantea la doctora Carlino; la aceptación de un modelo y la investigación de los lectores, del contexto en que se desenvuelve el contenido.

1 comentario:

  1. muy bueno... excelente y es muy cierto nosotros los estudiantes buscamos, leemos, analizamos porque es nuestro deber no porque es nuestra vocación...

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